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18/09/2024 Higiene y Seguridad
En la actualidad la Inteligencia Artificial acapara la atención innovadora en todas las actividades humanas; no obstante, las neurociencias y sus aplicaciones concretas en el ámbito laboral están tan poco exploradas que resultan ser un recurso mucho más revolucionario y eficiente para los profesionales que nos desempeñamos a diario en el cuidado de nuestros trabajadores.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que el costo total de los accidentes de trabajo (AT) y las alteraciones de la salud equivalen aproximadamente al cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. De acuerdo a los datos del organismo (de noviembre de 2023), casi tres millones de personas mueren por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo y se calcula que 395 millones de trabajadores en todo el mundo sufrieron lesiones laborales no mortales.
Deberíamos preguntarnos: ¿por qué un trabajador que realiza una actividad laboral para mejorar las condiciones básicas de él y su familia, su desarrollo personal y ascenso social, no percibe el peligro, se accidenta, e incluso pierde la vida, impactando a su familia y su entorno? ¿Por qué la accidentalidad laboral no disminuye a pesar de todas las medidas técnicas y financieras que se han venido aplicando?
Para encontrar algunas respuestas, los científicos comenzaron a indagar sobre la forma en que el cerebro influye en el individuo a la hora de tomar decisiones y acciones laborales. Aproximadamente el 90 por ciento de las causas inmediatas de los accidentes investigados ocurren por errores humanos. Por lo tanto, si fortalecemos las neurocompetencias y la percepción de los riesgos, estaremos construyendo prevención real en las organizaciones. Esto se logrará evaluando las áreas de esas neurocompetencias que son responsables, en gran porcentaje, de la ocurrencia de la mayoría de los accidentes a nivel mundial.
Es necesario profundizar en la exploración de la condición humana desde el campo de las neurociencias, conociendo los potenciales del cerebro, así como el entrenamiento de las funciones ejecutivas superiores, fortaleciendo las habilidades blandas como las cognitivas y afectivas, para lograr una cultura de seguridad efectiva orientada hacia la seguridad individual y colectiva.
Mediante las neurociencias comprendemos la manera en que los individuos toman decisiones, así como los elementos estructurales del cerebro que influyen e intervienen sobre las personas. La neurociencia se encarga de estudiar el sistema cerebral; es mediante ella que entendemos cómo percibimos, aprendemos, recordamos, pensamos y sentimos.
Cuando nos referimos a las neurociencias hacemos alusión a diferentes disciplinas, como por ejemplo la psicología, la neurofisiología y la neurología clínica, entre otras.
Desde siempre hemos desarrollado nuestros programas de capacitación basados en competencias básicas (como el reconocimiento de peligros, uso de EPP, protocolos de seguridad, manejo seguro de máquinas y herramientas, primeros auxilios, etcétera). Pero tal vez debamos tener una mirada mucho más amplia e incorporar en nuestros diseños otras neurocompetencias básicas, como la capacidad de atención, el saber escuchar, la creatividad, la velocidad del aprendizaje, la manera de reaccionar ante los desafíos que se presentan, la tolerancia al estrés y la inteligencia emocional.
Los profesionales hoy necesitamos conocer, entender y considerar fenómenos como “la ceguera al cambio” (fenómeno que hace referencia al hecho de que seamos incapaces de detectar o percibir ciertos cambios que se producen en nuestro campo visual cuando estos son inesperados o graduales) o “la atención selectiva” (capacidad para dirigir la atención y centrarla en algo sin permitir que otros estímulos, ya sean externos o internos, interrumpan la tarea). Muchos de los accidentes estudiados encuentran su causa raíz en estos fenómenos y sus desvíos.
Es por lo expuesto que, si bien nadie duda del impacto que tendrá la IA en poco tiempo, podemos ser claramente innovadores en nuestro ejercicio profesional si tomamos estos conocimientos sobre el ser humano y sus comportamientos para aplicarlos en el cuidado de la salud de nuestros colaboradores.