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El diálogo desde una mirada filosófica

Profesor Marcelo F. Castro | Docente de la Tecnicatura Superior en Recursos Humanos.

26/09/2024 Recursos Humanos

El diálogo desde una mirada filosófica

El dialogo no es lo mismo que la comunicación y menos aún que la información. Partiendo de esta premisa nos enfocaremos en plantearnos interrogantes que puedan generar la invitación a mirarnos desde una perspectiva filosófica.

Este trabajo surge de algunas consultas de nuestros estudiantes, que empiezan a indagar sobre los desafíos que les conllevará ejercer esta hermosa profesión que implica la gestión del recurso humano (RRHH).

En la medida de lo posible, la gestión del talento humano siempre se ha cuestionado algunos problemas que les son comunes y constantes a muchas organizaciones.

En ese sentido haremos hincapié en un factor común, la comunicación. Sin ningún lugar a dudas este es un tema recurrente en el cual el área de "People Care" tendrá que poner su mayor esfuerzo para logar mejoras. Y es en relación a esto, donde nos empezamos a plantear una serie de preguntas al estilo socrático.

Para empezar nuestra alocución sería necesario que profundicemos el concepto de diálogo. Tenemos que plantear al diálogo como una discusión, es decir un intercambio del logos entre una o más personas. Y si, es allí, donde empezamos a construir el diálogo, sí una construcción, porque todo diálogo es constructivo, si no, no sería diálogo, sería monólogo. Y entonces cabe preguntarnos: ¿Siempre todo diálogo es constructivo?, esto quizá sea tema de otra discusión.

En el contexto actual será necesario ir descubriendo las habilidades esenciales que tienen nuestros colaboradores para poder ir potenciando cada una de ellas, esto será esencial valga la redundancia que podamos tomar algunas de ellas y llevarlas a su máxima expresión. Sí, será necesario dialogar, el diálogo como herramienta, pero también cómo base.

Podríamos enfocarnos en algunas de estas habilidades y hacer de ello una receta mágica, pero concibo que lo importante y desde una mirada netamente filosófica, será propiciar el diálogo, entendiendo este ida y vuelta como algo que surge de manera natural y que se debe facilitar, ya que no siempre es espontáneo. Es por esto que nuestra idea de poner la filosofía como herramienta, es para lograr una apertura a ese diálogo.

Para adentrarnos a una mirada filosófica sobre el tema que nos compete les propongo las posiciones de dos grandes filósofos, uno antiguo y otro moderno.

Según Aristóteles, el diálogo es una forma de discurso que busca persuadir o convencer a los demás a través de la argumentación y la razón. En su obra el Órganon (όργανον) y en su capítulo segundo "De Interpretatione", Aristóteles analiza el diálogo como un proceso de comunicación que implica la interacción entre dos o más personas con el fin de intercambiar ideas, opiniones y creencias.

Aristóteles considera que el diálogo es posible siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones, como:

  1. Que los participantes estén dispuestos a escuchar y considerar las opiniones de los demás.
  2. Que se establezca un clima de respeto y tolerancia.
  3. Que se utilicen argumentos lógicos y razonamientos sólidos.
  4. Que se busque la verdad y no solo la victoria en la discusión.

Aristóteles también destaca la importancia de la empatía y la comprensión en el diálogo, ya que considera que es fundamental ponerse en el lugar del otro para entender sus perspectivas y puntos de vista.

Según Jeremías Bentham, el diálogo es posible y deseable en la medida en que se base en la razón y la evidencia. Bentham, un filósofo utilitarista inglés del siglo XVIII, creía que el diálogo debía estar orientado hacia la búsqueda de la verdad y la mejora de la sociedad.

Para Bentham, el diálogo es posible cuando:

  1. Se basa en la razón y la evidencia, en lugar de en la emoción o la superstición.
  2. Se busca el bienestar y la felicidad de la mayor cantidad de personas posible.
  3. Se consideran las opiniones y perspectivas de todos los participantes.
  4. Se busca encontrar soluciones prácticas y efectivas para los problemas.

Bentham también creía que el diálogo debía ser transparente, honesto y abierto, y que debía evitarse la manipulación y la coerción. En su obra "Panopticon", Bentham propuso la idea de un diálogo abierto y transparente como una forma de promover la justicia y la eficiencia en la sociedad.

En resumen, según Aristóteles, el diálogo es posible cuando se dan las condiciones adecuadas para un intercambio respetuoso y razonado de ideas, y cuando los participantes están dispuestos a escuchar y aprender unos de otros. En tanto que, según Bentham, el diálogo es posible y deseable cuando se basa en la razón, la evidencia y el bienestar de la mayor cantidad de personas posible, y cuando se busca encontrar soluciones prácticas y efectivas para los problemas.

El diálogo desde una mirada filosófica

¿Herramienta o habilidad?

Entonces nos volvemos a preguntar si el diá-logo ¿es una herramienta o una habilidad? y para ello será menester definirlas para poder justificarlas.

En el ámbito de Recursos Humanos, las herramientas y habilidades son conceptos relacionados pero distintos:

  • Herramientas: Son instrumentos, métodos o sistemas utilizados para realizar tareas específicas en RRHH, como:
    • Software de gestión de talento
    • Sistemas de información de recursos humanos
    • Plantillas y formatos para la evaluación del desempeño
    • Pruebas psicométricas y de habilidades

Son medios para alcanzar un fin, es decir, para gestionar y desarrollar el capital humano de una organización.

  • Habilidades: Son capacidades o competencias que los profesionales de RRHH deben poseer para utilizar efectivamente las herramientas y realizar sus funciones de manera eficaz, como:
    • Resolución de conflictos
    • Liderazgo y coaching
    • Análisis y toma de decisiones
    • Gestión del cambio y la innovación
    • Comunicación efectiva

Son características personales y profesionales que permiten a los profesionales en RRHH aplicar sus conocimientos y experiencia de manera efectiva.

En resumen, las herramientas son los medios, mientras que las habilidades son las capacidades que se necesitan para utilizar esos medios de manera efectiva en el ámbito de RRHH.

El diálogo desde una mirada filosófica

El diálogo es una habilidad

El diálogo implica la capacidad de comunicarse de manera cierta con otros, escuchar activamente, comprender diferentes perspectivas, y expresar ideas y opiniones de manera clara y respetuosa. Estas son habilidades interpersonales y comunicativas que se desarrollan con la práctica, la empatía y la comprensión de las necesidades y perspectivas de los demás.

Aunque existen herramientas y técnicas que pueden facilitar el diálogo, como la active listening (escucha activa) o la reformulación, el diálogo en sí mismo es una habilidad que implica la capacidad de interactuar con otros de manera efectiva y constructiva.

En el ámbito de RRHH, el diálogo es una habilidad esencial para los profesionales, ya que nos permite construir relaciones, resolver conflictos, y fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y respetuoso.

Sin apartarnos de esta reminiscencia socrática deberíamos empezar a plantearnos la posibilidad del diálogo, y sobre todo si en nuestras organizaciones están dadas las condiciones y los espacios para ello.

Y será en ese momento, que nos volvemos a preguntar ¿si el diálogo aporta o no a la gestión del talento humano? Y en esta pregunta sin dudas que habrá muchas respuestas, que oscilaran entre el consenso, pero también el disenso, sobre el aporte del diálogo.

Y entonces el diálogo es una posibilidad o es una utopía en nuestras organizaciones.

Podríamos plantear cuestiones de orden factico o bien de orden humano ya que siempre tendremos que lidiar con las necesidades propias de cada organización.

Sera cuestión de empezar a profundizar en los diseños de las propias organizaciones, que podrán presentar desafíos para lograr un dialogo fluido y superador.

Algunas de las dificultades que podemos mencionar son:

  1. Directivos: La estructura organizacional puede crear barreras que impiden la comunicación abierta entre niveles jerárquicos.
  2. Comunicación unidireccional: La comunicación solo en una dirección (de arriba hacia abajo)
  3. Falta de claridad: Mensajes ambiguos o confusos pueden generar malentendidos.
  4. Sobrecarga de información: La cantidad excesiva de información puede generar confusión y dificultar la comprensión.
  5. Falta de retroalimentación: La ausencia de retroalimentación puede hacer que los colaboradores no se sientan escuchados o valorados.
  6. Tecnología inadecuada: Herramientas de comunicación inadecuadas o insuficientes pueden obstaculizar la comunicación, impidiendo un dialogo fluido.
  7. Falta de confianza: La falta de confianza entre los miembros de la organización puede generar resistencia a dialogar abiertamente.

Estos factores que se ponen de manifiesto, son algunos de los que se debe tener en cuenta a la hora de emprender el desafío de darle al diálogo un lugar preponderante en el contexto de la comunicación institucional.

Mirando un poco estos obstáculos y ya dejando de lado el diálogo, nos centraremos en la comunicación fluida y allí nos volvemos a preguntar ¿Será el diálogo un instrumento en sí mismo o habrá que añadirlo a otras herramientas que faciliten esta misión?

Estas tesis, sus antítesis y sus síntesis serán temas que proponemos para futuras discusiones.

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