Desde el 2020, y producto de los nuevos hábitos de consumo que se instalaron durante la post-pandemia, las empresas se vieron en la obligación de adaptar sus estrategias relacionadas a los canales de distribución. El crecimiento exponencial del comercio electrónico hizo que la logística tome un rol preponderante dentro de la denominada cadena de valor de las organizaciones. De alguna manera, las empresas tuvieron que replantear las actividades relacionadas al almacenamiento, producción y posterior distribución de sus productos, como así también se debió realizar una mirada crítica sobre los servicios asociados a toda la cadena de suministros y distribución.

En este entorno, Córdoba tiene un valor fundamental como plaza estratégica para acompañar los nuevos paradigmas de consumo. No es menor identificar su posición geográfica bioceánica, transformándose en una posibilidad de paso entre puertos del Pacífico y del Atlántico. Por otro lado, es notable el crecimiento de polos logísticos en diferentes radicaciones estratégicas para el ingreso de todo tipo de mercaderías en camiones de gran porte y la posterior distribución en menor porte para la entrega en la última milla.

Nuevos canales, nuevas ofertas de abastecimiento y distribución, nuevas estrategias, entre otros, proponen un desafío profesional a los administradores para generar un valor agregado a las empresas y a los clientes. 

Algunas de las actividades que tendrán impacto en los costos de la organización y que el profesional en administración deberá identificar para posteriormente eficientizar los procesos logísticos, son algunos de los siguientes:

• Valorización de los metros cuadrados afectados a la logística.

• Gastos de fletes de larga y corta distancia.

• Recursos humanos asignados a las funciones de acopio, almacenaje, venta y distribución.

• Ubicación estratégica de los puntos de entrega.

• Costos asociados a los puntos de pickit.

• Revisión y seguimiento de los procesos integrales de e-commerce.
   

La P de Plaza dentro del marco de la nueva logística

La Distribución de productos y servicios es ni más ni menos la función de poner a disposición del cliente mediante su desplazamiento, a dichos productos y servicios. Dentro de este marco, el cliente exige comodidad y visibilidad de su pedido. Estamos entonces parados frente a una necesidad de profesionalización de cada una de las tácticas y acciones de las empresas, donde los roles de sus integrantes sean cada vez más específicos. Podemos entonces comenzar a hablar sin ningún miedo del “Rol de la distribución”.

Este rol de la distribución tendrá entre sus líneas a diferentes actores, como por ejemplo a los fabricantes, los distribuidores, los mayoristas y los minoristas, y cada uno de ellos en sus diferentes expresiones junto al consumidor final. Estos actores se relacionarán entre sí en distintos canales de distribución que se distinguen por niveles, donde la suma de un nivel al canal indica el tipo de relacionamiento de la cadena logística. Desde un nivel cero, donde el productor vende al consumidor final, hasta un nivel tres o superior donde se comience a tercerizar la comercialización mediante intermediarios logísticos.

Nuevo rol de distribución, nuevo dilema

La logística, desde su marco teórico, estuvo orientada a dos sistemas de distribución que es prudente analizar dentro del contexto de los nuevos paradigmas del consumo. 

Estos sistemas de distribución se denominan Push o Pull. ¿Cuál es su principal diferencia? Básicamente, en una logística que funcione bajo el sistema Pull, la demanda del mercado es la que le indica a las empresas las cantidades a producir, mientras que en el sistema Push, es la empresa la que determina las cantidades que se producirán para abastecer un determinado mercado.  

De alguna manera, una estrategia propone, mientras que la otra espera. Obviamente que este tipo de elección dependerá mucho del tipo de producto o servicio, y es aquí donde toma importancia la opinión del profesional en administración de empresas en relación a la elección del sistema de distribución.

Nuevos modelos comerciales, nuevos procesos logísticos

“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio”, expuso Charles Darwin. Parafraseando al autor: ¿Será entonces la organización más grande la que sobrevive o la que mejor se adapte al cambio? 

Lo cierto es que hubo un cambio, tal vez uno de los más fuertes en los últimos años como lo fue el crecimiento del comercio electrónico y el entramado de procesos asociados a un esquema logístico global. 

Con notable facilidad, desde la comodidad del hogar podemos pedir un producto en India o China y saber con exactitud los costos y la fecha de entrega, sumado a un seguimiento asistido que aumenta la confianza del consumidor. Por mencionar algunos ejemplos https://www.alibaba.com/, https://www.amazon.com/, https://www.ebay.com/, entre otras grandes empresas del nuevo mundo electrónico/comercial.

¿Cuáles son los procesos asociados a la logística que tiene que tener en cuenta un administrador de empresas?

El primer gran desafío del futuro administrador es entender el modelo comercial como un negocio electrónico global, cuyo alcance estará dado por la estrategia de la organización y por las diferentes posibilidades de recursos. 

En el nuevo negocio electrónico, la logística también se transforma en electrónica y la denominaremos E-logistics.  Dentro de la misma, es necesario diferenciar entre dos actividades que vienen realizando las empresas pero que, a la luz de las nuevas tendencias, toman una notable importancia, como lo son las tareas de Front office y Back office. 

La primera de ellas incluye las actividades relacionadas con la atención al cliente y la segunda todas aquellas actividades de administración. En este punto, es importante aclarar que, si bien las actividades Front y back son independientes una de otra, es imposible que no se complementen, ya que cada una de ellas depende de información de la otra. 

Volviendo sobre la importancia del rol del profesional en administración de empresas, es él quien debe identificar los procesos internos que relacionan las actividades de Front y Back office para encontrar una sistematización eficiente y eficaz para la empresa.

Futuros de los procesos logísticos

El reloj del tiempo parece ir mucho más rápido cuando se trata de procesos de cambio.  Tecnologías emergentes, inteligencia artificial, robótica, entre otras actividades innovadoras, proponen organizaciones y profesionales flexibles y adaptativos en el corto plazo. Frente a este escenario, es prudente considerar algunos de los desafíos futuros de esta actividad, mencionando entre ellos:

• Marco operativo de colaboración de todos los actores de la cadena de suministros.

• Desafíos de operaciones: dentro de este aspecto, se deberá poner especial atención en los procesos de gestión de inventarios, suministros, almacenamiento y layout de los espacios físicos.

• Optimización de recorridos: una de las principales funciones de un administrador es la creación de las rutas de entrega de los productos, e incluso de los servicios para el caso de empresas de este tipo.

• Desarrollo sostenible en cada una de las operaciones logísticas de la empresa.

• Inversión en tecnologías en los sectores productivos como así también en los sistemas de gestión operativa y comercial.

• Innovación en los sistemas de facturación y cobro, con la ciberseguridad como objetivo primordial del proceso.

• Visión de negocio global y comprensión de la complejidad del nuevo negocio electrónico.

• Apertura a los aportes de la Inteligencia Artificial en los procesos logísticos.